sábado, 27 de diciembre de 2014

Introducción al Eneagrama (3)

Un poco de historia

El primero que menciona algo, que parece ser Eneagrama, en estado puro, es Evagrio Póntico, un monje del siglo IV que escribía sobre lo que él llamaba vicios malvados.

Se deduce que los vicios malvados de Evagrio Póntico son el origen de los pecados capitales. Hace poco también he tenido noticia de que Cipriano de Cartago, anterior a Evagrio, mencionó ocho pecados principales. En todo caso se remontan a los tres o cuatro primeros siglos, a los orígenes del cristianismo.

Columbano, Juan Casiano, Gregorio Magno y Tomás de Aquino, entre otros, son también algunos de los cristianos que escribieron sobre los pecados capitales.

Ya en el siglo XX, George Ivanovich Gurdjíeff, incluía una versión del Eneagrama, dentro de las enseñanzas sobre el cuarto camino.

Hacia 1970, Oscar Ichazo, a través del Arica Training, ha sido también un difusor del Eneagrama.

Con posterioridad, Claudio Naranjo, alumno de Oscar Ichazo, ha logrado gran éxito difundiendo estas enseñanzas.

Es muy importante indicar que los vicios malvados de Evagrio, los pecados capitales de la iglesia católica y los nombres de los eneatipos de Claudio Naranjo, muestran tal cantidad de coincidencias que no parece razonable creer que son fruto de la casualidad.

Me inclino a pensar que este conocimiento ha sido transmitido desde muy antiguo, aunque no me atrevo realizar mayores indicaciones. En los libros sobre el Eneagrama se encuentran diversas teorías, pero a falta de pruebas, me parece demasiado aventurado aseverar procedencias anteriores a Evagrio Póntico o a Cipriano de Cartago.

Únicamente, y de modo muy testimonial, los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas, recuerdan “amar al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas”, en Marcos 12-28, Mateo 22-34 y Lucas 10-50. Se puede observar que, además del alma, se mencionan; la mente, el corazón y las fuerzas. Quizás sea sincretismo o, simplemente, una misma realidad estudiada desde diferentes paradigmas, pero mente, corazón y fuerzas, suenan mucho a las triadas del eneagrama, mente, corazón e intuición; o si se prefiere, racional, emocional y visceral


La relación entre los vicios malvados, los pecados capitales y los nueve tipos del eneagrama queda del siguiente modo:
·       El 1, el perfeccionista, la ira de Evagrio.
·       El 2, el ayudador, el orgullo o superbia de Evagrio.
·       El 3, el vanidoso, la vanagloria o cenodoxia de Evagrio.
·       El 4, el envidioso, la tristeza o tristitia de Evagrio.
·       El 5, el observador, la avaricia o philargyria de Evagrio.
·       El 6, el leal, con su duda, no es mencionado por Evagrio, aunque es mencionado por autores cristianos posteriores, con lo que se demuestra que tampoco es un descubrimiento moderno.
·       El 7, el alegre, la gula o gastrimargia de Evagrio.
·       El 8, el mandón, la lujuria o fornicatio de Evagrio.
·       El 9, el quieto, la apatía o acedia de Evagrio.

En la actualidad han aparecido nuevas corrientes y nuevos enfoques, pero todos compartimos una visión común; nueve tipos básicos de personalidad, los indicados anteriormente; perfeccionista, ayudador, vanidoso, envidioso, observador, leal, alegre, mandón y quieto.


Y no debemos calentarnos el seso con los nombres de los tipos o los eneatipos. Los nombres de las pasiones capitales, o vicios malvados, han ido sufriendo cambios y modificaciones con el paso de unas a otras generaciones, de unos a otros idiomas, a lo largo de más de quince siglos de aportaciones.

Han pasado más de mil quinientos años con unos u otros nombres y ahora está de moda llamarlos eneatipos. Pues que cada cual los llame como mejor le parezca. Siempre que el concepto principal quede claro, la denominación es lo accesorio.

Para mí, lo importante es el concepto que subyace a la terminología. Repito, lo importante es el concepto, la idea. Tener los conceptos claros es fundamental.

Y más importante todavía, es saber aplicar el conocimiento a lo cotidiano.  El conocimiento hay que saber aplicarlo a los casos concretos, a la realidad, al día a día.

Como dice un refrán, la experiencia es la madre de la ciencia. No quiero que nadie aprenda de memoria. De nada sirve la memoria sin la intervención de la experiencia.

Tipo 4.

Como había prometido a Kminero, comienzo con ejemplos de los tipos de personalidad, de personajes conocidos.

El tipo 4, más conocido por su parte negativa, la envidia, la tristeza o tristitia de Evagrio, es uno de los que me parece más adecuado para comenzar. Recordemos que el tipo 4 es emocional, aunque también se puede denominar afectivo o sentimental, representado físicamente por el corazón, por el sistema límbico o cerebro emocional.

El tipo 4 es emotivo y compulsivo. Tiene una tendencia natural a expulsar toda la emotividad de su corazón. Normalmente, aunque no siempre, consiguen expresarse mediante actividades artísticas.

Un amigo mío, muy 4, aunque ha trabajado toda su vida de albañil, desde muy pequeño expresaba sus emociones dibujando cómics; lamentablemente, sus padres le cortaron las alas y en la actualidad casi no dibuja, aunque su modo especial de ver la vida y tratar con los amigos lo deja ver muy claro, es emotivo y es compulsivo a la hora de mostrar sus afectos.

Recordemos que el tipo 4 es un tipo de corazón y compulsivo. Este tipo 4, el artista, tiene un modo muy particular de interpretar lo cotidiano. Tiene el sentimiento a flor de piel. Concentra su energía en los sentimientos, vive mucho en su mundo interior y se refugia en la imaginación.

Personas famosas que responden al perfil de tipo 4:
Cayetana Fitz-James Stuart, duqesa de Alba.
Melanie Griffith
Woody Allen
Antonio Gozález “el pescadilla”.
María Jiménez.
Nikole Kidman.
Marlene Dietrich.
Edith Piaf.
Madonna.
Jesulín de Ubrique.
Carlos de Inglaterra, Príncipe de Gales.
Ana Botella.
Amy Winehouse.
Mario Vaquerizo.


En la próxima entrega ahondaré en las características del tipo 4.

Si tenéis interés en las lecturas personales de eneagrama o en los cursos para grupos reducidos o más amplios, el correo electrónico y el teléfono de contacto aparecen en la cabecera de esta blog.


Un abrazo desde La Rioja.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Introducción al Eneagrama (2)

En esta segunda entrega de la introducción a la teoría del Eneagrama voy a intentar explicar cómo se conjuga la existencia del aspecto adaptativo con el aspecto expresivo. No quiero que nadie se centre en recordar los nombres exactos con los que nombro cada concepto, lo importante es comprender el fondo de las cuestiones, lo importante es llegar a comprender a través de la experiencia o experimentación personal.

Según lo entiendo yo, la mayor parte de las tradiciones coinciden en la realización de una división básica de tres grupos, en referencia a lo que yo denomino modo de adaptarse al ambiente.

Si bien estos matices tienden a separar a las diversas tradiciones, vistos en conjunto, con cierto distanciamiento, se puede observar una gran coherencia, que acerca a todas como hermanas que beben de una misma fuente. Algunos lo llaman sincretismo.

Coinciden en esta misma clasificación; de pensamiento, de sentimiento, de intuición. Todos, desde los antiguos filósofos griegos, pasando por los antiguos médicos romanos, diversos sistemas filosóficos y diversas religiones, hasta llegar a la actual ciencia de la sicología.

Esta clasificación en tres grupos ha sido denominada de diversas formas, entre las que cito las siguientes;
Pensar, sentir, obrar.
Mental, emocional, físico.
Vata, pitta, kapha.
Forma, deseo, no forma.
Función intelectiva, función sensitiva, función vegetativa.
Alma racional, alma irascible, alma concupiscible.
Pneuma natural, pneuma vital, pneuma animal.
Cerebral, emocional, visceral.
Cerebral, emotivo, intuitivo.
Intelectual, emocional, conductual.
Conocimientos, actitudes, habilidades.
Intelectuales, emocionales, cenestésicos.

A partir de aquí, adopto como cierta y válida la hipótesis de una primera clasificación en tres grupos generales;
·       El grupo de los que usan preferentemente los pensamientos para sus relaciones con el mundo. Se relacionan de un modo intelectual, cerebral, analítico.
·       El grupo de los que usan preferentemente los sentimientos para relacionarse con el mundo. Se relacionan de un modo sensitivo, emotivo.
·       Y el grupo de los que usan preferentemente las intuiciones para relacionarse con el mundo. Se relacionan con el mundo de un modo intuitivo, vegetativo, visceral.

Puesto que todas las personas tienen cerebro, corazón e intuición, queda claro Que todas tienen características de todos los grupos y la combinación de estas características en cada individuo hace única a cada persona. No hay dos individuos iguales porque no hay dos combinaciones idénticas.
Los tres grupos mencionados recogen a toda la humanidad, a todos los hombres y todas las mujeres del mundo, con independencia de su raza, lugar de nacimiento o cultura en la que se hayan criado.

¿Nueve grupos?
A partir de los tres grupos mencionados, se puede ampliar el esquema a una clasificación en nueve grupos; añadiendo el aspecto expresivo. Se divide en tres partes el grupo de los cerebrales, se divide en tres partes el grupo de los emotivos y se divide en tres partes el grupo de los intuitivos.

Las personas se adaptan utilizando la racionalidad, el sentimiento o la intuición y se expresan de modo dominante, poco fluido o compulsivo.

cerebrales
(pensamiento)
emotivos
(sentimiento)
intuitivos
(conducta)
d
d
d
n/p
n/p
n/p
c
c
c

La letra “d” representa a las personas dominantes; sea el dominio a través del pensamiento, el sentimiento o la conducta.

Las letras “n/p” representan a las personas ausentes, neutras o pasivas, denominadas como personas con poca fluidez; sea ausencia, neutralidad, pasividad o falta de fluidez, a través del pensamiento, el sentimiento o la conducta.

La letra “c” representa a las personas compulsivas; sea la compulsión a través del pensamiento, del sentimiento o la conducta.

El mapa de los 9 tipos de personalidad queda del siguiente modo, conformando las características más básicas de los nueve eneatipos del eneagrama.:


Cerebrales

Emotivos

Intuitivos

Dominantes

5

2

8

Poca fluidez

6

3

9

Compulsivos

7

4

1


Los nueve tipos de personalidad quedan del siguiente modo;
·       Tipo 5; cerebral y dominante.
·       Tipo 6; cerebral y poco fluido.
·       Tipo 7; cerebral y compulsivo.
·       Tipo 8; intuitivo y dominante.
·       Tipo 9; intuitivo y poco fluido.
·       Tipo 1; intuitivo y compulsivo.
·       Tipo 2; emotivo y dominante.
·       Tipo 3; emotivo y poco fluido.
·       Tipo 4; emotivo y compulsivo.

Al mencionar la palabra dominante, me refiero al dominio desde el intelecto, la emoción o la intuición.

Al mencionar la palabra compulsivo, me refiero a compulsividad desde el intelecto, la emoción o la intuición.

Al mencionar la palabra poco fluidez, me refiero a falta de fluidez en el propio intelecto, en la propia emoción o en la propia intuición.

·       El grupo de los dominantes guarda todo para sus adentros. El tipo 5 guarda celosamente sus pensamientos, el tipo 2 guarda celosamente sus emociones y el tipo 8 guarda celosamente sus intuiciones.

·       El grupo de los ausentes o poco fluidos, viven en un continuo enfrentamiento consigo mismos. El tipo 6 tiene problemas para conectar con sus auténticos pensamientos, el tipo 3 tiene problemas para conectar con sus propias emociones y el tipo 9 tiene problemas para conectar con sus propias intuiciones.

·       El grupo de los compulsivos presenta una tendencia a expulsar todo hacia afuera. El tipo 7 expulsa de modo compulsivo sus pensamientos, el tipo 4 expulsa de modo compulsivo sus sentimientos y el tipo 1 expulsa de modo compulsivo sus intuiciones.


En la próxima entrega haré un breve repaso a lo poco que se conoce sobre la historia de esta teoría del Eneagrama, hasta dónde se pueden rastrear orígenes, de un modo razonable, sin acudir a teorías fantasiosas.


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Un abrazo desde La Rioja.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Introducción al Eneagrama (1)

Una constante en la historia del ser humano ha sido la de poder establecer qué influye más en la personalidad del individuo. Desde antiguo se intenta dirimir si el peso de la influencia del ambiente es superior o inferior al de los factores biológicos que predisponen al individuo hacia un temperamento u otro. Dependiendo de las corrientes filosóficas, sicológicas, e incluso, religiosas, que hayan predominado en cada momento, el peso se ha podido inclinar en uno u otro sentido, sin poder establecer conclusiones definitivas.

En la actualidad, las corrientes ambientalistas y las corrientes innatistas siguen sin encontrar puntos de acuerdo. Filósofos, científicos y religiosos, siguen sin ponerse de acuerdo. Los filósofos acuden al campo de la razón, los científicos a sus experimentaciones, y los religiosos parten de sus dogmas de fe. No se ponen de acuerdo ni entre los mismos filósofos, dependiendo de la corriente en la que se encuentren; ni entre los científicos, dependiendo del tipo de experimentos y sus variables, dependientes e independientes; ni entre los diferentes credos, cada uno con sus dogmas particulares.

Por tanto, poco se puede afirmar con rotundidad con respecto al temperamento y al carácter. Se puede inferir que el temperamento, o materia prima de la personalidad, lo innato, cuenta lo suficiente como para diferenciar al individuo. De otra parte, también se puede indicar que el carácter, lo adquirido, lo socializado, también cuenta lo suficiente como para diferenciar al individuo.

Temperamento y carácter, como fundamentos de la personalidad, son conceptos difíciles de cuantificar. No obstante se puede afirmar que tanto la influencia de lo innato como el peso de lo aprendido o socializado, tienen ambos un peso enorme.

A toda esta batalla entre filosofía, ciencia y religión, se suman los partidarios de cada uno de estos campos aportando innumerables y complejos términos (jerga), que complica todavía mucho más la tarea de efectuar estudios rigurosos. A muchos filósofos, técnicos o religiosos, les gusta añadir nuevo vocabulario, en ocasiones, llegando a utilizar las mismas palabras para definir conceptos diferentes.

Yo creo que venimos como diseños que pueden completar sus potencialidades en la medida en que el medio permite el desarrollo de las mismas, desde la primera fase del embrión, desde el día uno de la gestación, desde el minuto uno. Por tanto, un aborto es la extinción de una potencialidad.

Como punto de partida para el estudio del Eneagrama, tomaremos en consideración que hay dos fuerzas, la biológica y la socioambiental, que inciden en el desarrollo de la personalidad; tomaremos en cuenta que existen instintos innatos y demandas sociales.

Al temperamento le atribuiremos la materia prima, lo biológico, lo innato; al carácter, por su parte, lo social, lo ambiental, lo aprendido.

A partir de aquí, nos centraremos en la importancia de lo innato, como matriz o fundamento “invariable” a lo largo de la vida. Nos centraremos en el temperamento, como base inmodificable a la que se le podrá moldear la parte más externa o a la que se le podrán añadir capas, que nunca lograrán modificar dicha base innata o biológica.

La base de esta teoría a la que llamamos Eneagrama se establece sobre dos aspectos fundamentales; el adaptativo y el expresivo; cómo se adapta la persona al medio y cómo se expresa la persona en el medio.

Desde el aspecto adaptativo, tendremos en cuenta que encontramos tres tipos fundamentales de modos de adaptarse o modos a través de los cuales la persona se relaciona con el medio; a través de la inteligencia racional, a través de la inteligencia emocional, y a través de la inteligencia intuitiva. Hay que tener en cuenta que todas las personas tienen las tres inteligencias, aunque una de ellas es la predominante en cada individuo, con la que se conecta al ambiente de modo más natural y/o prioritario.

Desde el otro aspecto, el expresivo, tendremos en cuenta que encontramos tres tipos de expresión diferenciados, la expresión dominante, la expresión compulsiva, y la expresión poco fluida.

Lo racional, lo emocional y lo intuitivo, se corresponden con lo que se conoce como triadas mentales, afectivas y viscerales.

Lo racional, también se puede denominar mental, cognitivo o pensamiento, representado físicamente por la cabeza, más concretamente por el córtex prefrontal cerebral o cerebro mental.

Lo emocional, también se puede denominar afectivo o sentimental, representado físicamente por el corazón, más concretamente por el sistema límbico o cerebro emocional.

Lo visceral, también se puede denominar sensitivo o intuitivo, representado físicamente por las vísceras, más concretamente por el cerebro reptiliano.

Si lo racional, lo emocional y lo visceral, lo comparamos con las funciones del cerebro, podemos observar que la parte racional o córtex prefrontal, está relacionada con el razonamiento; la parte emocional o sistema límbico, está relacionada con las emociones; y la parte visceral o cerebro reptiliano, como base de la columna vertebral, está relacionada con el instinto de supervivencia.

Resumiendo:
·       Tres cerebros; córtex, límbico y reptiliano.
·       Tres modos de expresión; dominante, compulsiva y poco fluida.

Con esto, acabo esta primera entrega de la introducción al Eneagrama. Si tenéis interés en las lecturas personales o en los cursos para grupos reducidos o más amplios, el correo electrónico y el número de teléfono aparecen en la cabecera de esta blog.

En la próxima entrega explicaré la relación que existe entre los tres cerebros y los tres modos de expresión, lo que nos lleva a los nueve tipos básicos del Eneagrama.

Un abrazo desde La Rioja.